Apenas el 24 de mayo pasado René Bejarano declaraba a Carmen Aristegui que todos los partidos políticos –incluyendo Morena– consiguen recursos por fuera, pasan la charola y luego acusan a los demás. “Le digo a la clase política mexicana que no sea hipócrita, que todos, de la derecha, izquierda y de donde sea, han conseguido recursos. Algunos de manera perversa, pero lo han hecho, entonces, ¿de qué se espantan?”.
Bejarano trataba de justificar la mala fama que lo persigue desde hace 13 años que fue exhibido guardando en un portafolio miles de dólares del empresario Carlos
Ahumada, llevándose hasta las ligas.
Pues este mismo personaje hizo oficial el sábado su brinco a Morena junto con su esposa Dolores Padierna para apoyar —según ellos— la candidatura presidencial de
Andrés Manuel López Obrador.
Independientemente de que Morena haya reclutado a un nuevo “recaudador” —nadie lo ha vetado—, hay que revisar los intereses que lo mueven para anotarse como pejista, porque a lo mejor ni está convencido.
Y es que en la entrevista del 24 de mayo pasado, a las 10:42 am, el de las ligas reprobó la conducta política de
Andrés Manuel, e incluso lo acusó de torpedear los intentos de unidad de las izquierdas y de que lo único que busca es desfondar a otros partidos.
Lo acusó de ser sectario y descalificar a las izquierdas para que no se unan y pierdan, como ocurrió en el Estado de México.
Pero si esa acusación contra López Obrador suena grave, cómo sonará eso de que el tabasqueño a veces juega a perder para mantener la hegemonía de su grupo. Que insulta y descalifica para que sus aliados le digan que no.
Aseguró que desde el interior de Morena AMLO boicoteó la candidatura de Ricardo Monreal al Gobierno de la Ciudad de México, pues tenía miedo de que el zacatecano le arrebatara el liderazgo, tal como él lo hizo con
Cuauhtémoc Cárdenas en 2000. “Imaginémonos que en 2018 Andrés Manuel no ganara la Presidencia y
Monreal ganara el Gobierno de la Ciudad de México. A Andrés Manuel López Obrador lo mandarían a su rancho y Ricardo Monreal empezaría a hacer su campaña para Presidente”.
Lo ve con temor y prefiere sacrificarlo para preservar el liderazgo.
El de las ligas acusó también a AMLO de haber torpedeado la unidad de las izquierdas con emplazamientos autoritarios, con insultos y agravios, pues no sabe hacer política. Dijo que es ingenuo si cree que él solo va a vencer al aparato del PRI.
“No se trata de sumar a los actores como si fuera una manada de solovinos que no piensan, que no reflexionan, que no critican. La política es el arte de sumar y multiplicar, no de restar y dividir”, dijo Bejarano.
“Ésa no es una estrategia inteligente; es una estrategia suicida que no va a rendir frutos”.
Le pidió acabar con discursos testimoniales como que eso de que podrán robarnos el triunfo, pero no la gloria. “Lo único que coleccionamos son mártires, ya tenemos muchos”.
Si hace apenas hace unas semanas el matrimonio acusaba de sectario y sembrador de odio a AMLO, ¿por qué de repente ese cambio que hace recordar las palabras de Groucho Marx: “Estos son mis principios, pero si no le gustan, tengo otros”.
CENTAVITOS… Para osos no gana Carlos Candelaria, aún líder del PES en la ALDF, pues cuando firmó su incorporación a Morena fue presentado como diputado del PVEM en Chiapas. Nadie sabía quién era el cuate de pantalón de mezclilla y playera tipo Pericles de Los Locos Adams.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/09/04/1186012
