Por Adrián Rueda
En una parte de la conversación, realizada en unas oficinas rentadas que utiliza como casa de campaña, Mikel Arriola intenta explicar el resbalón que tuvo ante Alejandra Barrales durante el segundo debate organizado por la IECM.
Y es que en las instalaciones del Canal Once, el abanderado priísta sacó una fotografía de un edificio en construcción en la calle Rubén Darío, de Polanco, y le preguntó directamente a Barrales que si no tenía nada que ver con esos departamentos.
Buena parte de su campaña, Arriola la ha destinado a atacar a Alejandra, acusándola de que las cifras entre lo que gana y lo que gasta no cuadran, y que la diferencia son varios millones de pesos.
A la pregunta sobre los departamentos en Polanco, la candidata de por la ciudad al frente respondió de botepronto y sorprendió al priista: “Si me compruebas que tengo algo que ver, renuncio a mi candidatura, pero si no, renuncias tú”.
Visiblemente turbado, Mikel fue puesto contra las cuerdas y guardó silencio, lo que fue interpretado como que era una mentira que no podía probar y que lo habían puesto en su lugar.
Al siguiente día del debate declaró que daría a conocer las pruebas de que “por interpósita persona” Barrales era la propietaria de uno de los costosos departamentos, lo cual sigue pendiente.
P.- En el debate ibas muy bien, hasta que le sacaste a Alejandra lo de Rubén Darío, y vino el reto de que si no es cierto, renuncias. Te quedaste calladito.
R.- Mira, le pregunté a Alejandra si conocía eso y encolerizó; entonces, yo le pregunté si conocía el edificio y ella me responde diciéndome: ‘No, yo no tengo un departamento ahí’; Alejandra está tocada por la corrupción. Justo al día siguiente publicamos un peritaje contable financiero donde se establece que tiene una discrepancia entre lo que ingresó y lo que ha gastado de 35 millones de pesos.
Entonces, le preguntamos lo de este edificio simplemente para acreditar lo que pasó con el de Calzada de la Viga. Recordarás, se lo preguntamos, lo negó, y al final se acreditó con documentos públicos que es un inmueble de ella, entonces, empezamos un ciclo nuevo.
P.- Sí, pero éste en especial, lo que se quedó en el ambiente es que tú no tenías pruebas y que te rajaste.
R.- No, yo pregunté.
P.- Sí, pero si preguntas es porque tienes elementos, ¿no?
R.- Pregunté a ver qué me decía y me respondió encolerizada. Mira ella te va a decir que son cuatro inmuebles, yo te voy a decir que cinco, pero la pregunta es ¿de dónde?, y creo que es importante que la gente sepa que es una candidata profundamente corrupta. Yo lo que he hecho es acreditarlo; he presentado denuncias.
Esas denuncias siguen su curso, pero sí ganó 33 millones de pesos y gastó 100 en cuatro años, ¿de dónde sale el dinero? Lo dicen los perredistas, lo dicen los morenistas, lo dicen los priístas. Todo el mundo sabe que Alejandra Barrales es una corrupta y que es rica; no está mal ser rico, pero no te dediques al servicio público.
Yo creo que Barrales tendría que renunciar a su candidatura, tendría que tener dignidad. Si quiere disfrutar de su dinero que lo haga, pero que no vaya a contender por la ciudad con un expediente machado.
P.- A lo mejor su riqueza es inexplicable, pero yo insisto en ese departamento porque se quedó la idea de que habías mentido. De que quisiste endilgarle en especial ese departamento y te retó. Mediáticamente se llevó la nota porque no te atreviste a decir que sí.
R.- Mira, pregunté, checa el audio.
P.- Sí, preguntaste, ¿pero qué elementos tenías?, ¿por qué le preguntaste?
R.- Le pregunté para iniciar un proceso, hay elementos que no nos son suficientes para confirmar, pero yo por eso de manera clara y frontal le pregunté en el debate. Esos departamentos cuestan entre dos y cinco millones de dólares, entonces, eso es parte.
P.- Por lo mismo, porque es algo grave, pensé que tenías elementos.
R.- Yo estoy preguntando y hacia adelante tenemos que seguir, vamos ver qué pasa pero por lo pronto ya hay 35 millones de pesos de diferencia entre sus ingresos y sus gastos, eso no está en tela de juicio.
