Gerardo Jiménez
Con su propia selección, dejando de lado los acuerdos pactados con Mauricio Toledo y Valentín Maldonado, el ahora alcalde de Coyoacán, Manuel Negrete, está fuera de lugar, de acuerdo con la óptica de los perredistas.
Se dice que Negrete se olvidó de los pactos, como el reparto de posiciones donde las estratégicas eran para los perredistas, mismas que no se han cumplido, ya que en uno de estos cargos es para Jesús Lozano, padre de Irving “El Chucky” Lozano, ese y otros nombramientos que se están dando no están complaciendo en nada a Toledo y Maldonado, de acuerdo con lo que se comenta en los pasillos de esa Alcaldía.
Las formas, para hacer los relevos tampoco han sido muy sutiles, hay casos como la llegada de Raul Fraga a la dirección de Comunicación Social que así ha quedado de manifiesto, incluso advirtiendo que se debía desalojar de forma inmediata la que sería su oficina antes de proceder de forma administrativa, este es tan solo un ejemplo.
La principal justificación del nuevo funcionario es el bombardeo que a diario recibe al ser cuestionado si va a estar supeditado a Mauricio Toledo, y no se ha cansado de reiterar que esto no va a ocurrir, incluso, entre bromas, pide que ya mejor le pregunten de otra cosa, como el futbol.
Desde la trinchera, en el Sol Azteca le recuerdan al ex seleccionado y ahora Alcalde que después de estar en la cuerda floja, la libró de milagro.
El candidato de la alianza Por México al frente, vivió días aciagos.
Según la Sala Regional de la CDMX, hubo uso de programas sociales que sirvieron para beneficiar a Negrete, además de que hubo violencia política contra su rival, María Rojo, candidata que representó a Morena.
Ese caso escaló al Tribunal Superior Electoral del Poder Judicial de la Federación, donde toda una semana, quien operó políticamente ese fallo fue el propio Mauricio Toledo, quien directamente se vería afectado al perder su bastión.
En su momento nos dijeron que se trató de una mala jugada del Tribunal Electoral de la CDMX, que quiso congraciarse con Morena y acalambrar al ex seleccionado nacional, al darle entrada a los argumentos de violencia de género y uso de programas sociales para la compra de voto, se quedaron más que sorprendidos.
Horas antes de la toma de posesión del 1 de octubre pasado, el TEPJF confirmó el triunfo de Negrete.
Por unanimidad, la Sala Superior revocó la sentencia de la Sala Regional Ciudad de México, al considerar que el uso de programas sociales, así como la violencia política de género ejercida contra María Rojo -quien fue abanderada de la coalición Morena-PT-PES- no fueron determinantes en los resultados de la elección y resaltaron la diferencia de 11.11 por ciento entre el primero y el segundo lugar. En ese fallo, las Magistradas y los Magistrados ordenaron también a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México otorgar medidas de protección a la ex candidata María de Lourdes Rojo e Incháustegui, en caso de que ella las acepte, para evitar que sea víctima de otras acciones de violencia política; y elaborar los protocolos necesarios para evitar nuevos casos de violencia política en el futuro.
Fue el Magistrado Felipe de la Mata quien fundamentó que no se acreditó uso con fines electorales para favorecer al candidato Manuel Negrete; no está acreditado cuántas personas fueron beneficiadas ni a quiénes se les condicionó la tarjeta a cambio de su voto.
Así que el revés que puede tener el ex futbolista puede ir más allá de una tarjeta amarilla por parte de los jerarcas perredistas.
