Por Gianfranco Vidal
Estamos en la antesala de los primeros 100 días del gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador, las opiniones al respecto convergen, muchas cosas se han hecho bien, pero muchas otras no; sin embargo, la aprobación del Presidente supera el 90% y la opinión popular es favorable, la confianza del mexicano es alta derivado de las altas expectativas.
Aplaudo el combate frontal a la corrupción, uno de los peores cánceres del país, aplaudo programas sociales como la pensión a los adultos de la tercera edad, al igual que apoyos para la gente con discapacidades y estudiantes de escasos recursos. Soy optimista sobre el combate al robo de combustibles, creo profundamente que una condición indispensable para el desarrollo del país es el imperio del Estado de Derecho.
Sin embargo, no estoy de acuerdo con la ejecución y planeación de las acciones que ha tomado el gobierno, falta de seriedad, falta de profesionalismo, falta de preparación e ineptitud han sido ingredientes clave de los primeros 100 días de gobierno. Al igual que la gran mayoría de los mexicanos me molesta la corrupción, el compadrazgo y el tráfico de influencias en el gobierno, me molesta la violencia y el atropello creciente de los derechos humanos, pero eso no significa que se deba actuar desmesuradamente sin planeación ni estrategia.
La Cuarta Transformación ha sido más de palabras que de hechos, se duplicó el presupuesto para publicidad y comunicación con la finalidad de crear imágenes carentes de fondo, entusiasmo ausente de bases sólidas y la imagen de un país moderno sin que se cimienten las vías para ello. Nos encontramos frente a un gobierno con buenas intenciones, pero sin buenos ejecutores, el aparato burocrático es de baja calidad, ignorante e incapaz de hacer frente a los retos del México del siglo XXI.
No dudo de la capacidad de Carlos Urzúa, Jonathan Heath o Gerardo Esquivel en la conducción de las políticas económicas del país, pero ¿serán capaces de hacer resistencia a personajes como Salgado Macedonio y su intención estúpida de desaparecer la Suprema Corte, Fernández Noroña y su afiliación al régimen dictatorial de Nicolás Maduro, Ricardo Monreal y su falta de seriedad y pragmatismo político?; se perfila un sexenio difícil y carente de genuinos contrapesos.
La ineptitud también es corrupción y el gobierno de Andrés Manuel está lleno de ineptos para gobernar; se otorgó la Subdirección de la Coordinación de Comunicación del CONACYT a David Ledesma, un sujeto carente de las aptitudes necesarias para el cargo y con carrera trunca; se le otorgó la Secretaría Ejecutiva de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (CIBIOGEM) a Edith Arrieta, una diseñadora de modas sin experiencia en el cargo; se propuso a Ángel Carrizales para la titularidad de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), un ingeniero químico sin experiencia temas energéticos, etc.
Renunciaron 144 directivos sumamente preparados y calificados de Nacional Financiera, dejando acéfala dicha institución; Standard & Poors bajó la calificación de Pemex de estable a negativa, entre muchas otras calificadoras y bancos; enero fue el mes con la menor producción petrolera en los últimos 15 años; Citibanamex pronosticó que las pérdidas económicas generadas por el combate al huachicol serán del 0.1% del PIB; los bloqueos ferroviarios de la CNTE en Michoacán generaron pérdidas por más de 14 mmdp; Banxico recortó su pronóstico de crecimiento económico de 2019 y 2020 de 2.2% y 3.2% respectivamente, a 1.8% y 2.8%; la austeridad republicana afectará a los más desprotegidos, hubo recortes a derechos humanos, víctimas de tortura y estancias infantiles; los despidos del personal gubernamental han sido injustificados y mal realizados en la mayoría de los casos, sin indemnización ni finiquito; se dejó sin recursos a los organismos de la sociedad civil acusándolos de opositores y generadores de caos; se dejó sin recursos a embajadas para la promoción de México en el exterior, y así se pretende crecer al 4%, entre muchos otros casos más.
Si el gobierno quiere hacer crecer a México deberá cambiar radicalmente la forma de hacer las cosas, mientras tanto la sociedad civil y los estudiantes seguiremos denunciando la ineptitud del nuevo gobierno.
