Pablo Trejo
Cuando se trata de reconocer la supremacía de algunos indicadores, siempre existe alguno que, dada su connotación, resulta de mayor importancia que los demás. Por ejemplo, cuando se trata de analizar el nivel en que se encuentran los índices delictivos, un indicador clave es el de robo de automóviles, ya que a diferencia de otros delitos, cuando a alguien le roban su automóvil, es altísimamente probable que lo denuncie, a diferencia de un robo a transeúnte, por ejemplo, ya que en este caso, en muchas de las ocasiones, las víctimas prefieren evitar el engorroso trámite de denunciar, y optan por asumir su pérdida como parte de los costos colaterales de vivir en el México de nuestros días.
En materia de empleo, el indicador de referencia, es el del registro de nuevos empleos en el seguro social, y se le considera confiable, toda vez que cuando a algún trabajador se le da de alta, se presupone la existencia de un grado de formalidad y estabilidad, lo que lo hace válido en cualquier análisis macroeconómico.
La creación de empleos formales es un claro termómetro del estado de salud de nuestra economía. Si nuestro PIB crece, se debe, entre otras cosas, a que nuestra producción también está creciendo y para que eso suceda, hace falta la participación de más trabajadores. Se calcula que cada punto del Producto Interno Bruto de nuestro país, es de 200 mil millones de pesos, mas o menos, y a su vez, los cálculos promedian que cada punto de crecimiento, representa la generación de 200 mil empleos nuevos.
Haciendo una simple operación matemática, si nuestro objetivo como país es crecer a un ritmo de cuatro por ciento anual, luego entonces, necesitaremos generar alrededor de 800 mil empleos nuevos por año, cifra que, al día de hoy parece inalcanzable. Si dividimos los 800 mil empleos entre los doce meses del año, requeriríamos algo así como 66,666 empleos nuevos al mes, o 2,222 al día.
Desafortunadamente, las cifras oficiales dan cuenta que estamos muy lejos de alcanzar las metas anunciadas. La semana anterior, el Instituto Mexicano del Seguro Social, dio a conocer las cifras de empleo para el mes de mayo. En total, el IMSS tiene registro de 20 millones, 383 mil trabajadores activos, es decir, apenas 3,983 registros más que los anunciados al cierre del mes de abril, y si comparamos esa cifra con respecto al año anterior, nos daremos cuenta que la reducción comparativa anual es 88 por ciento menor.
Si hacemos una proyección, de continuar la tendencia, a finales de año, estaríamos reportando un incremento de alrededor de 50 mil nuevas plazas, lo que, traducido en términos del PIB, significaría un crecimiento de mas menos, 0.25 por ciento anual, es decir, la cuarta parte de un punto porcentual.
La baja en las expectativas de generación de empleos, impactará en las expectativas de crecimiento y prende los focos rojos en el futuro inmediato de nuestra economía, lo que necesita revertirse de inmediato, porque en la actualidad, la percepción es tan importante como la realidad. A nuestro presidente le urge sacar el conejo de la chistera, por que el desasosiego colectivo puede llegar tan rápido como pueden esfumarse las esperanzas de cambio de la ciudadanía.
