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EVIDENCIAS / A un año del cambio ‘radical’

Otro cambio “radical” es la decisión de acabar con los intermediarios y entregar los apoyos económicos directamente a los beneficiarios de los diferentes programas sociales, medida que ha sido cuestionada al considerar que la entrega del dinero no resuelve la problemática social, como se comprobó en el caso de los refugios para mujeres maltratadas.

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Patricia Sotelo

Hace un año, más de 30 millones de mexicanos celebraban haber dado su voto a Andrés Manuel López Obrador para ganar la elección presidencial. Hartos de los políticos corruptos, esos votos fueron para quien prometió un cambio en la forma de gobernar y acabar con la corrupción.

En su discurso de celebración, López Obrador advirtió que en su sexenio habría un cambio “radical”, un cambio de régimen, y quizá nadie se imaginó en ese momento lo que significaría. Lo cierto, es que el país está siendo sacudido por el arranque de la llamada Cuarta Transformación.

Y es que, en efecto, la llegada del político de izquierda a la Presidencia de la República ha implicado cambios de fondo en el ejercicio del poder, lo que ha provocado incertidumbre en grupos ciudadanos, y respaldo a sus acciones, por parte de otros.

Después de ganar la elección y antes de asumir el poder, López Obrador tomó una de las decisiones más polémicas que aplicaría en su gobierno: cancelar la construcción del nuevo aeropuerto. Fue el “manotazo” que dio para dejar en claro que como Presidente de la República no estaría sometido al poder económico, es decir, a los grandes empresarios. Pero también fue una señal de lo que sería capaz de hacer para cumplir con su promesa de combatir la corrupción.

El cambio “radical” comenzó con esa decisión, tomada después de una cuestionada consulta popular que arrojó como resultado el rechazo al NAIM. Después, en el arranque de su gobierno se tomó otra medida extrema: cerrar los ductos de Pemex para evitar que fueran “ordeñados” por los delincuentes, lo que representó el inicio de la lucha contra el huachicol. Aunque esto generó la escasez de gasolina, la mayoría de los mexicanos respaldaron al Presidente, de acuerdo con las encuestas que se publicaron en su momento, al considerar que se estaba combatiendo la corrupción en la institución más importante del Estado.

Pero después vinieron otras acciones radicales que han afectado a diversos sectores, como el retiro de recursos para apoyar las acciones de organizaciones civiles, el cierre de las estancias infantiles, la cancelación de apoyos económicos para becas a científicos, estudiantes, artistas y deportistas. El nuevo gobierno había detectado el desvío de recursos públicos a través de las organizaciones civiles y en las estancias infantiles y buscó combatir la corrupción, pero al etiquetar a todas las organizaciones como corruptas y retirar los apoyos de un día para otro, provocó daños e injusticias.

Otro cambio “radical” es la decisión de acabar con los intermediarios y entregar los apoyos económicos directamente a los beneficiarios de los diferentes programas sociales, medida que ha sido cuestionada al considerar que la entrega del dinero no resuelve la problemática social, como se comprobó en el caso de los refugios para mujeres maltratadas.

Asimismo, se recortó el presupuesto del sector salud y repercutió en la atención de los enfermos, algunos con enfermedades terminales. Y para acabar con la corrupción en la compra de medicamentos, se dejaron de comprar a las empresas que solían abastecer al sector salud para buscar otras opciones, lo que ha generado desabasto y el reclamo de los pacientes.

La Cuarta Transformación también ha implicado una política de austeridad extrema en las dependencias federales, con el consecuente despido de un gran número de empleados, pero también acabó con los excesivos privilegios de los altos funcionarios.

Sin duda, el cambio “radical” advertido por López Obrador hace un año está en marcha. Y todo cambio genera resistencias, daños y errores. Las medidas tomadas por el gobierno de López Obrador han provocado todo esto, quizá por la prisa por cumplir lo prometido o por la improvisación e inexperiencia que han mostrado algunos miembros del gabinete. Pero lo cierto es que ya no somos el país de antes de AMLO, como se demandó en las urnas, pero no sabemos aún hacia donde vamos exactamente.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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