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El egoísmo del presidente

Según el egoísmo del presidente, es mejor comprar estadios y convertirlos en “escuelas”, en lugar de tomar esos 1,057 millones y construir una o varias escuelas de verdad.

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Lorena Osornio

Nadie puede negar a estas alturas que desde la cúspide del poder presidencial AMLO ha dejado entrever su auténtica personalidad. Autoritario, caprichoso, terco y aferrado (como él mismo se ha descrito), y ahora podemos sumar su faceta egoísta que, si bien no resulta cosa nueva, si es una novedad que quien tanto criticó el pobre desempeño de presidentes anteriores, ahora desde palacio nacional celebre números mediocres y se derroche en gustos personales.

Me refiero por un lado al festejo que hizo el presidente por el prácticamente nulo crecimiento de la economía y, por otro, al anuncio que hizo respecto a la compra y equipamiento de dos estadios de baseball ubicados en Sonora.

Respecto al primer punto, el hecho de que el presidente y su séquito de aplaudidores celebren un crecimiento económico de 0.1% se explica porque con esa cifra la economía no entra en la ya famosa recesión técnica (dos trimestres sin crecimiento económico) y, con ello, sus adversarios políticos (igual de egoístas) perdieron la oportunidad de agravar sus críticas hacia el gobierno de la 4T.

Pero mientras se desarrollaba el júbilo presidencial, los ciudadanos no dejamos pasar el pequeño detalle de que esa cifra no solo no es buena, sino que corrobora algunos pronósticos que, en términos generales no predicen algo bueno para nuestro desarrollo en el mediano plazo. Para el presidente es más importante no dar pie a la crítica de sus adversarios, que impulsar el desarrollo económico nacional y celebró gustoso su 0.1%.

Por otra parte, se confirmó la compra de dos estadios de baseball en Sonora. Sí, la tierra natal de la actual titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, Ana Gabriela Guevara, quien en reiteradas ocasiones ha anunciado su intención de ser gobernadora de dicha entidad. Y claro, cómo va a haber austeridad republicana si se trata de impulsar las aspiraciones políticas de una de las militantes morenistas.

Según el egoísmo del presidente, es mejor comprar estadios y convertirlos en “escuelas”, en lugar de tomar esos 1,057 millones y construir una o varias escuelas de verdad.

Por otra parte, en la Ciudad de México continuamos atestiguando la desesperación de la Jefa de Gobierno por revertir la imagen negativa que actualmente tiene debido al grave problema de inseguridad que se vive en la capital. Para ello, esta vez el Congreso de la Ciudad de México aprobó una nueva ley denominada “Ley de Seguridad Ciudadana”  y, como cada sexenio, se promete que ahora sí ya con esta nueva ley las cosas se van a solucionar solitas.

Tal vez para algunos esto es la solución que necesitábamos, sin embargo la corrupción al interior de la SSC y la PGJ no se soluciona con la expedición de una nueva norma, sino con acciones concretas de supervisión permanente, con una mejor capacitación de los elementos policiacos, pero sobre todo, con una dignificación de tan noble oficio como lo es el ser policía.

Si en verdad existiera voluntad para revertir esta crisis de inseguridad, en lugar de repintar patrullas para imponer la imagen institucional de la actual administración, se hubieran invertido esos recursos en la auténtica mejora de las condiciones de trabajo de los policías y no sus supuestas mejoras austeras e insuficientes; si hubiera voluntad, en lugar de organizar eventos políticos domingueros, la Jefa de Gobierno haría un recorrido con su gabinete de seguridad por las zonas más peligrosas de la ciudad cada día para atestiguar las condiciones reales de las calles y no solo los “otros datos” que le reportan.

Las leyes no necesariamente son soluciones, sino que son herramientas que, junto con acciones de gobierno, pueden ayudar a resolver una problemática. Lo malo en este caso es que los precedentes en cuanto a expedición de normas de esta legislatura en el Congreso de la Ciudad de México son lamentables y no nos podemos fiar de que estén bien hechas, sino me creen echen un vistazo a la Ley para la Reconstrucción Integral de la Ciudad de México.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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