Diana Sánchez Barrios
@DianaSanchezBar
En esta ocasión, quiero compartirles que me llena de orgullo ser parte del equipo que, con un gran compromiso, hizo posible que materializáramos nuestro sueño de crear un instrumento que nos proteja como sector; garantizando el acceso a nuestros derechos humanos, y estableciendo obligaciones que, por un lado, favorecen una organización que nos permitirá desempeñar de mejor manera nuestro trabajo, y por el otro, fomenta una relación de respeto y beneficio mutuo, con la sociedad y las autoridades.
Este sueño del que les hablo, es la primera iniciativa ciudadana con proyecto de decreto de ley en la Ciudad de México, que busca la regulación del ejercicio del comercio y el trabajo no asalariado en la vía pública; este documento lo entregamos el pasado 1° de septiembre en el Congreso local, con el respaldo de 42,404 firmas de ciudadanas y ciudadanos que queremos vivir en un lugar más justo, donde se reconozca y dignifique el esfuerzo de la población que día a día sale a las calles a ganarse honradamente el sustento propio y de sus familias; personas a quienes la falta de oportunidades en el sector formal no las ha detenido, y gracias a quienes, la economía de la ciudad se mantiene en movimiento.
La iniciativa ciudadana es un mecanismo de participación democrática mediante el cual, la ciudadanía organizada tiene la posibilidad de presentarle al Congreso, proyectos de creación, modificación, reforma, derogación o abrogación de leyes y/o decretos, para que sean estudiados, dictaminados y votados por nuestros legisladores.
Gracias a la cantidad de firmas que acompañan a la Ley Chambeando Ando, esta adquirió el carácter de iniciativa preferente, lo que implica que será discutida en el periodo actual de sesiones, además de que se nos informará por escrito sobre el dictamen de la misma, señalando las causas y fundamentos jurídicos en los que se basa la decisión, por ahí del 24 de septiembre.
Al inicio, ésta parecía una meta bastante difícil de alcanzar, ya que nos enfrentamos a diversos obstáculos en el camino, como la falta de precisión sobre la manera en que deben integrarse los elementos que se presentan al Congreso, o el no contar con un formato específico para entregar las firmas de respaldo, además de tampoco tener claridad sobre el proceso mismo de entrega de la iniciativa. Sin embargo, como nos caracteriza, nuestro deseo de superarnos fue más fuerte, y lo logramos.
Quiero agradecer a todas las personas que, con su apoyo, nos llevaron a hacer historia, en particular al equipo de Prodiana A.C. y a las y los compañeros y familias del comercio popular. Que viva el comercio popular, hoy, mañana y siempre.
