Jorge Samuel Del Villar
@delvillarmexico
En este gobierno está de moda aludir a Jesús de Nazaret. No es nuevo que grupos de poder político utilicen las escrituras sagradas, para su propio beneficio. El mundo islámico es un perfecto ejemplo, llegando al extremo de perpetrar asesinatos en nombre de la ley sacra. En el siglo VI, el profeta Mahoma se dispuso a sembrar el monoteísmo y llevar la civilidad a la península arábiga, que era politeísta-tribal. El mensaje del profeta Mahoma era diametralmente opuesto a los actos terroristas que se perpetran hoy en día.
La falta de criterio lleva al fanatismo. Es el caso del juicio que se sigue en California por 26 delitos graves, en lo que pareciese toda una industria criminal, incluyendo pornografía, abuso infantil, tráfico y trata (la esclavitud de nuestra época) a este pseudo-líder que fue condecorado con la insignia del Congreso de la Unión y los símbolos patrios, lo cual, por cierto, es un delito. También están los casos de pederastia de sacerdotes católicos y pastores de otras sectas.
Cabe señalar que el catolicismo no es algo separado de la religión Cristiana. Muchas fuentes definen al Cristianismo como una sola religión, con varias iglesias, que incluyen: la Católica, la Protestante, la Griega Ortodoxa, etcétera. Es muy triste que la gente vincule la palabra del Jesús histórico, con estos criminales e incluso con estos políticos que buscan lucrar. Hay principios de fondo para preservar el Estado laico.
Es tan profundo el mensaje de Jesús de Nazaret que muchas disciplinas no Cristianas aceptan a Jesús (Cristo) como un profeta, maestro, guía. Es el caso de Judíos, Islámicos o Musulmanes y aunque Jesús todavía no nacía cuando Siddhartha Gautama (Buda) vivió; muchos Budistas modernos también incorporan las enseñanzas de Jesús. Existe un movimiento internacional que asegura que la Tierra está dentro de un proceso de ascensión hacia la quinta dimensión. (Lamentablemente en México el gobierno apenas ascendió a la cuarta). El maestro germano-iraní, Darius Meibodi, manifiesta que la quinta dimensión es la del amor absoluto, la explica como la dimensión de Cristo, a pesar de que él mismo no pertenece a ninguna de las iglesias cristianas. El nombre que se le otorga a la Nueva Tierra es Gaia.
En el Evangelio, se narra cómo Jesús de Nazaret tenía la capacidad de utilizar la mente, la voluntad, reflejado en lo que comúnmente se denomina energía. Es así como Jesús sanaba. De acuerdo a la Biblia, esta capacidad de sanar, la podía tener cualquier ser humano. Es así que Jesús mandó a 72 seguidores, en pares, a sanar.
En una diversidad de disciplinas en todo el mundo pero sobre todo asiáticas, se sana a través de la energía. Se ha vinculado a esta energía como un tema esotérico, sin embargo, uno de los cinco científicos más influyentes del Siglo XX, Sigmund Freud, claramente habla de un tipo de energía que recorre el cuerpo llamada energía psíquica, en un espacio entre la biología y la conciencia. En la teoría freudiana, dicha energía está vinculada con todos los rubros del ser humano, incluyendo la libido sexual.
Durante milenios, en China sanaron a partir de este plano energético (y cientos de millones de chinos lo siguen haciendo). Al igual que la medicina occidental, a algunos les sirve y a algunos no, aunque en términos generales, en China sí que ayudó a bajar los índices de mortandad, pues es el país con mayor número de habitantes del planeta. Hoy, este conocimiento está influyendo la ciencia occidental. Por ejemplo, el gobierno estadounidense invierte millones de dólares en el National Center for Complementary and Integrative Health. El Heartmath Institute está dedicado a investigar la inteligencia, no del cerebro sino del corazón. Es triste que políticos utilicen el mensaje de Jesús para su beneficio; es criminal que líderes religiosos perpetren delitos. Para proteger a la sociedad, hay que enseñarla a utilizar su propio criterio para llegar al mensaje real de Jesús de Nazaret.
