“No hay libertad a menos de que haya libertad económica.” MARGARET THATCHER
Por Rafael Muñoz Fraga
El movimiento neoliberal, en lo político, económico y académico, tomó su auge en la década de los 80´s, particularmente en los Estados Unidos e Inglaterra, y desde esos países se extendió a una gran velocidad a las naciones clasificadas como desarrolladas y emergentes (entre estas últimas, México). Sus principales impulsores fueron: en lo político, Margaret Thatcher y Ronald Reagan; en lo económico, los bancos globales y agencias internacionales; y, en lo académico, la llamada Escuela de Chicago, representada por Milton Friedman y Alfred Von Hayek.
La propuesta del modelo neoliberal fue retomar el pensamiento liberal, que en sus distintas vertientes promovieron principalmente los economistas clásicos ingleses (Smith, Ricardo, Malthus, Hume, entre otros).
Sus principios eran privilegiar la libertad, ante todo, y especialmente las económicas, libertad para trabajar, asociarse, transitar y acumular riqueza. Así mismo, en lo político limitaba la presencia del Estado/Gobierno a brindar seguridad e impartir justicia.
En lo académico el modelo neoliberal impuso la moda de imitar los programas y acciones que proponían las universidades norteamericanas e inglesas, en los cuales la principal variable era el mercado, bajo el principio elemental de que “el mercado manda”.
Ha trascurrido suficiente tiempo para medir la eficacia del modelo, si en verdad el neoliberalismo y el respeto absoluto a las fuerzas del mercado han demostrado ser la mejor opción para el desarrollo económico y el bienestar de las sociedades modernas.
El caso de México es muy ilustrativo en el juicio del liberalismo. El proceso de inclusión de nuestro país a este movimiento dio inicio formal a principios de los años 80´s con la inclusión al Acuerdo General de Aranceles y Tarifas (GATT, por sus siglas en ingles). Con ello, se inició el camino que ha llevado a México a ser el campeón mundial del libre comercio. En forma simultánea el gobierno puso en marcha su retirada de las actividades económicas fundamentales y asumió el papel de regulador, mediante el diseño y aplicación de una normatividad excesiva que hoy resulta una maraña indescifrable.
También en lo académico cambiaron las estrategias, se privilegiaron las escuelas, facultades y universidades (en su mayoría privadas) que vincularon sus planes y programas de estudios e intercambios con instituciones educativas de nivel superior extranjeras, promotoras del neoliberalismo.
Así las cosas, 40 años de neoliberalismo económico, político y académico en México, los resultados están a la vista.
El crecimiento, el desarrollo económico y el bienestar dividió a nuestra nación en dos países completamente distintos: Por una parte, en un México moderno, próspero exportador de manufacturas, sobre todo en el centro-norte del territorio, con entidades federativas con tasas de crecimiento semejantes a las de los países asiáticos, con clase media creciente y próspera; el otro México, el del sur-sureste, exportador de mano de obra, anclado a la agricultura de subsistencia y con una masa de pobres en constante aumento.
Las diferencias entre los estados del norte y del sur son tan agravadas que podría ser de países distintos. En Chiapas, Oaxaca, Guerrero y algunas otras regiones del país, la pobreza ofende; en tanto que, en entidades como Aguascalientes, Querétaro, Guanajuato y otros estados del norte, los resultados son halagadores.
Por una parte, tenemos una decena de empresarios en las listas de los hombres más ricos del mundo, y, por la otra, el dolor de 50 millones de personas con niveles de pobreza alimentaria.
¿Dónde está el éxito del modelo neoliberal? Parece ser -lo confirmaremos más adelante- que el nuevo gobierno federal volverá con una política en la que el Estado/Gobierno retome el control de la conducción económica de las áreas estratégicas y prioritarias, abandonará las teorías sobre la “eficiencia del mercado”.
La primera señal está a la vista, en los anuncios que se han realizado sobre los integrantes del gabinete en las áreas económicas no aparecen, cuando menos al primer nivel, egresados del ITAM (escuela ponente y defensora del modelo neoliberal). Continuaremos observando este probable cambio de paradigma, al final lo que importa es que las teorías y modelos sirvan para cambiar y mejorar las condiciones de bienestar general.
*Maestro universitario, especializado en temas de Economía, Derecho y Ciencia Política.
