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CDMX

ENERGÍA SEXUAL CDMX / En el campo, sin gasolina

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Por JORGE SAMUEL DEL VILLAR

@delvillarmexico

Mientras que los habitantes de la CDMX vivimos dentro de una nata de contaminación, que hasta en vacaciones ahoga a los ciudadanos; hay países que tienen niveles satisfactorios de desarrollo y la mayoría de su población vive del campo. Un ejemplo es Sri Lanka que tiene tasas de crecimiento del doble o del triple que México y el 80% de su población vive en áreas rurales.

Sheinbaum tendrá que tomar decisiones drásticas para mejorar el medio ambiente. Recordemos que Mancera permitió el holograma cero a vehículos con antigüedad mayor a ocho años con la falsa justificación de que la Suprema Corte lo había permitido para la población en general. Así, de un día a otro, millones de coches se sumaron a contaminar.

Creo que el futuro del mundo está de regreso a lo sencillo, al campo. Parece imposible pues nos hemos vuelto adictos a una serie de elementos que nos rodean. Creemos que la vida sin smart-phones sería impensable. No se diga sin pañales desechables o vehículos de motor para ir a comprar un Starbucks a la esquina. Sin embargo, es la adicción lo que genera este engaño psicológico. Cada click que se le da al celular, genera dependencia química cerebral, semejante a la del alcohol.

La gente que no tiene tantos recursos vive mucho mejor en el campo que en la ciudad. En el campo, una parte importante de la economía familiar es autosuficiente. Con tener una parcelita para sembrar maíz, frijol y hortalizas y una vaca para tomar leche fresca, ya la armaste o por lo menos ya satisficiste la mitad de tus necesidades básicas reales, mas no las imaginarias. Aunque la vaca tiene ubres, no se le puede ordeñar Snapchat, WhatssApp ni Instagram. Sin desestimar los beneficios de un uso muy moderado del mundo electrónico; los daños son palpables. Se ha documentado que en la red hay organizaciones de pornografía infantil, cuyos usuarios tienen acceso con un lenguaje secreto. La pila de los celulares, que se han vuelto casi tan desechables como los pañales, son los elementos más tóxicos.

Regresar al campo tiene beneficios hasta de seguridad nacional. Entre muchas otras razones, una se debe a que transportarse es mucho más sencillo. Si la gente se queda sin gasolina en el campo, no afecta mayormente, mientras que en las urbes se pueden generar hasta conflictos sociales. Doblemente peligroso si el régimen en el poder es de tintes comunistas. La mentalidad comunista está convencida de que el sector privado es perverso y que el gobierno cuenta con la capacidad de distribución de insumos necesarios. Esta mentalidad creó desabasto de alimentos en la extinta Unión Soviética, lo cual provocó hambrunas que mataron a alrededor de 8 millones de personas. Y como la mentalidad bolchevique cree que la población debe conocer sólo los datos que el Soviet Supremo apruebe; dichas cifras se ocultaron durante los regímenes desde Joseph Stalin en 1932 hasta Konstantin Chernenko, en 1985.

Con cien mil varos te armas una casita muy confortable en el campo; mientras que en la ciudad, necesitas mínimo de melón y medio. Así que es hora de ir buscando un pedacito de tierra en donde se pueda respirar aire puro, en donde la sexualidad sea vista sin tantas perversiones y en donde se pueda canalizar toda la energía hacia un pleno desarrollo de conciencia.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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