Patricia Sotelo
Los acuíferos que surten de agua a la Ciudad de México los estamos sobreexplotando, lo que está provocando el hundimiento de la misma; estamos tratando de encontrar a dos mil metros de profundidad nuevos pozos y no sabemos qué va a pasar con los acuíferos más profundos con los más superficiales; tenemos que traer agua del Cutzamala y se nos va a acabar en el año 2030. Con esta advertencia inicia el video “La ciudad de la lluvia”, realizado por Isla Urbana, una asociación civil que diseñó un sistema para captar el agua de lluvia.
Su voz de alerta tiene el objetivo de llamar la atención sobre un grave problema: la falta de agua en varias zonas de la Ciudad de México, a donde no llega simplemente porque no están conectadas a la red que distribuye el vital líquido. En estas condiciones se encuentran miles de familias que viven en las delegaciones de Iztapalapa, Tláhuac, Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan, Magdalena Contreras, Álvaro Obregón y Cuajimalpa. Se calcula que al menos 750 mil personas padecen esta situación.
Desde el 2009, Isla Urbana ha tratado de poner su granito de arena para resolver en parte este problema, mediante un sistema que capta el agua de la lluvia y, luego de pasar por filtros, es depositada en cisternas. Se pueden captar 750 litros de agua por metro cuadrado y un hogar puede contar con el líquido durante seis u ocho meses.
Los que vivimos en esta urbe sabemos que aquí llueve mucho e, incluso, lo hemos padecido con inundaciones y, en ocasiones, con resultados atroces por no contar con un sistema hídrico que permita la salida a la gran cantidad de agua que cae sobre la ciudad.
¿Por qué no aprovechar el agua de la lluvia para el servicio humano? Eso pensó Enrique Lomnitz cuando era estudiante en la Universidad de Rhode Island, Estados Unidos, y diseñó un eficiente sistema para captar el agua de la lluvia. Su estudio se basó en las comunidades del Ajusco y observó una paradoja: llovía mucho y la gente no tenía agua para su uso doméstico. Además de que las pipas de agua difícilmente llegan a esa zona.
Lomnitz, quien es fundador y director de Isla Urbana, llevó su propuesta a autoridades delegacionales para que la acogieran como parte de una política pública y encontró apoyo en Tlalpan y Xochimilco. Desde hace casi una década, se han colocado cerca de 10 mil sistemas de captación de lluvia en casas, escuelas, iglesias, beneficiando a unas 60 mil personas. El objetivo es instalar 100 mil sistemas de captación de agua de lluvia. Si con 10 mil se benefician 750 mil personas, el beneficio podría alcanzar a 7 millones 500 mil.
El proyecto de esta asociación civil ha sido reconocido por el Instituto Tecnológico de Massachusetts que en 2013 otorgó el premio de Innovación al joven emprendedor.
Y el lunes se dio a conocer que ganó en el Festival Megacities Shortdocs, un concurso de documentales cortos que muestran propuestas inspiradoras para solucionar los grandes problemas de las urbes y que se lleva a cabo en la ciudad de París, Francia. “La ciudad de la lluvia”, dirigido por Celsa Calderoni Reyes, será premiado, junto con otra veintena de documentales del mundo, en la Ceremonia de Premios de la Cuarta Edición de dicho festival, que se llevará a cabo en la ciudad de la luz en noviembre. Ahí se proyectará el documental mexicano y, después, se difundirá en otras mega ciudades.
Enhorabuena para esta iniciativa ciudadana que permite pensar que el agua de lluvia es bendita; que cuando llueve, muchas familias pueden tener el vital líquido.
Ojalá este sistema se pueda aplicar en otras zonas de la ciudad, como en Iztapalapa, pero también del país, sobre todo en las comunidades rurales. Las autoridades deberían considerar hacer suya esta medida como parte de una política pública. La futura jefa de gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum, conoce este proyecto y es, como a ella le gusta, innovador.
