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Capital Político

La izquierda se come las uñas

Los perredistas chilangos están seguros que Morena va a ganar la CDMX, por lo que están listos para cambiar de camiseta, pero no es que quieran una candidatura en el partido del El Peje, sino que ya están viendo como acomodarse en las jugosas áreas de la administración pública.

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Este fin de semana, Morena define sus listas de aspirantes a los cargos públicos de la CDMX y en el partido hay una gran expectativa por ver quiénes pasan el primer filtro y también qué nuevos perredistas se convertirán al pejismo.

Aunque algunos están a la expectativa de la desbandada amarilla, que desde hace meses se viene anunciando, la realidad es que mañana no se verá gran cosa, aunque sí este mismo mes, cuando los que van a dar el brinco lo manifiesten abiertamente.

La primera señal será la reunión plenaria de la bancada morena en San Lázaro, a la que ya estarán integrados los diputados del PRD que vayan a chapulinear para engordar la bancada de los morenos; la fecha es el 21 de agosto.

Al mismo tiempo, Andy López Beltrán, hijo de Andrés Manuel, prepara un gran evento en la CDMX para oficializar el cambio de camiseta, pero ahora sí bien hecho, no como el que organizó de manera fallida Martí Batres en el Monumento a la Revolución.

Ahí se medirá con toda seguridad el número de bajas perredistas rumbo a las elecciones del próximo año, pues será la última oportunidad que Morena les dará a los amarillos de subirse al barco.

Muchos se preguntarán qué sentido tiene que los perredistas chilangos se vayan con López Obrador después de que estén comprometidas ya las candidaturas a alcaldes y a diputados en la capital del país, pues qué ganarían.

Aparentemente se van sin pedir nada a cambio, lo cual, por supuesto, nadie les cree, pero algunos de ellos son más vivos de lo que parece, pues su intención no es ir a las urnas a pelear un puesto.

No, ellos le apuestan a algo mejor: como están seguros de que Morena va a ganar el Gobierno de la CDMX, ya están viendo cómo incrustarse a las jugosas áreas de la administración pública, pues el pastel de la capital es bastante grande.

Los líderes que den el chapulinazo quieren estar en condiciones de agarrar un buen hueso no sólo para ellos, sino para toda la banda con la que trabajan en sus territorios y sobrevivir al holocausto que pronostican para el PRD.

Aunque su apuesta tiene mucho sentido, no deben olvidar que aún no hay nada definido sobre la probable integración del Frente Amplio Democrático que quieren armar el PAN, el PRD y otros partidos, que en una de esas se articula bien y no deja pasar a los morenos.

La clave de ese Frente será el candidato, porque si bien es cierto que muchos capitalinos simpatizan con el lopezobradorismo, también es cierto que un gran número lo aborrece, y si aparece una buena opción antimorena, la cosa se cerraría mucho.

Y si los pejistas no ganan, quienes se fueron con ellos igual perderían todo.

CENTAVITOS… Al que ya se le cayó la diputación federal morena es al diputado local del PES Carlos Candelaria, quien sentía amarrado el Distrito 18 gracias a la intermediación de un influyente personaje que le había echado la mano. Aunque Candelaria lo ha negado, desde hace meses tiene los dos pies en el partido de López Obrador y ha estado operando a su favor en Iztapalapa. El legislador veracruzano, exvendedor de discos pirata, había estado presumiendo que ya estaba amarrado por ese distrito, sólo que los morenos decidieron, de última hora, que, por género, ahí irá una mujer y, por muy jarocho que sea, ni modo que se haga la operación para quedarse con la curul. Como dijera Víctor Trujillo: ¡Lástimaaaa, Margarito!

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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