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Reunión en las alturas… Ya se fragua “algo”

Males de AMLO soberbia, arrogancia y displicencia
Por Luis Repper Jaramillo*
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Por Luis Repper

No es suficiente mantener, consolidar y no dejarse arrebatar el liderazgo electoral para ganar la elección presidencial. Presumir en cada debate -en arranque de vanidad, soberbia, displicencia y arrogancia- que ello es suficiente para triunfar, es un riesgo innecesario, aunque los guarismos sean favorables.

En otra entrega a este digno y profesional espacio, llamé a Andrés Manuel López Obrador, de Juntos Haremos Historia, evitar errores propios, de logística, de su primer círculo, para no caer en las encuestas, perder simpatizantes, (votos) y dar píe a que sus adversarios PAN/PRD/PRI, se agarren de estos para exhibirlo y derrumbarlo.

Sin embargo, y lo sabe, ha cometido varios pecados, quizás el más vergonzoso haber considerado la nominación de Napoleón Gómez Urrutia (ex líder de los mineros) quien salió huyendo del país cuando se le descubrió el robo de 55 millones de dólares de las cuotas y riquezas de los trabajadores.

El sujeto se refugió en Canadá, dándose vida de jeque –con dinero robado-, consiguió la nacionalidad canadiense y como rata, no asomo la cara por varios años, pese a la persecución que hicieron los gobiernos mexicanos para su extradición. No se consiguió y volvió a ser noticia cuando López Obrador, en sus cinco minutos de demencia, lo convocó a una candidatura plurinominal a la Cámara de Senadores. Del dinero nada se ha dicho, pero Gómez Urrutia sigue poseyendo ese recurso mal habido.

Otra mancha a la imagen del Peje y Morena es la propuesta a una senaduría a Nestora Salgado, quien está inmiscuida en un problema legal/penal, acusada (consta en el expediente) de secuestro agravado y privación de la libertad, interpuestas por habitantes de Olinalá, Guerrero, entre 2013 y 2016, cuando era Comandante de la Policía Comunitaria de ese municipio.

Sin embargo fue exonerada y liberada bajo el argumento de “carecer de pruebas que demostrasen haber cometido tales delitos”.

Pero para los contrincantes de López Obrador, especialmente el priista José Antonio Meade, es un factor que utilizó (en el segundo debate) para culparlo de defensor de secuestradores, que sólo quedó en argumento electorero, que al tabasqueño no le afectará.

Tal vez pierda algunas décimas o centésimas de porcentaje… y como dijo Juan Gabriel, “pero que necesidad…” Justamente esos son los errores que debe evitar el Peje para no mermar su delantera.

Muy pendientes y agudos deben estar los asesores de AMLO para detectar otros deslices que pueda tener ocultos su candidato para no dar pie a recibir más golpes de Anaya o Meade, quienes seguramente rascan en la biografía del de Macuspana.

El staff morenista tiene que sacarle a su jefe todos los focos negros de su pasado, para contraatacar a sus oponentes, en caso de que en el Tercer Debate, el 12 de junio, en Mérida, Yucatán, ante la falta de argumentos, propuestas o por incapacidad Meade o Anaya aludan a la vida privada de López para zarandearlo.

Ante ello, el aspirante debe platicar y “abrirse de capa”, para que sus discurseros, asesores, consejeros y comunicadores conozcan lo más íntimo y tener elementos para blindarlo ante los inminentes ataques que se esperan. Será la última oportunidad de ambos para golpear al puntero, quien seguramente sabrá “capotear el temporal” y ratificar su liderazgo a 18 días de la “madre de todas las elecciones”

Andrés Manuel, si quiere ganar bien y legitimar su triunfo, llegar a Palacio Nacional (ya dijo que no le interesa Los Pinos, que convertirá en sede cultural, social, popular) fortalecido y respaldado popularmente, debe bajar cuatro rayitas a su arrogancia, soberbia, displicencia. Retomar humildad y capacidad de reacción para responder los cuestionamientos o acusaciones que le hagan.

De entrada debe dejar de lado su estribillo de “vamos a la cabeza de las encuestas y nadie nos alcanzará” Tiene que recordar que los sondeos no votan, sólo son un parámetro del ambiente electoral y si a ello le agregamos que el PRI Gobierno/Sistema y organismos electorales maquinan un fraude, debe asumir –en el debate- una postura de liderazgo, de contrincante, agresiva en buen término, para encarar cada denostación, agravio, golpe, insinuación, que le lance el binomio Meade/Anaya (PRIAN). Que no dé pie a exhibirlo como “viejo”, según Anaya o mentiroso como espetó el priista.

El tabasqueño, rumbo al 1º de julio tiene una enorme protección nacional e internacional que impediría una “marranada” oficial. Organismos no gubernamentales, encuestadoras, estudiantes universitarios, la población, los medios de comunicación decentes, redes sociales, Internet, cibernautas, la sociedad en general son testigos activos y actuantes de la enorme delantera en las preferencias electorales, que estarían dispuestos a impedir se cometa una estafa en las urnas, su traslado y conteo final.

No. No se repetiría un 1988, cuando en la elección presidencial contendieron Carlos Salinas de Gortari (PRI), Manuel J Clouthier (PAN), Cuauhtémoc Cárdenas (FDN) y Gumersindo Magaña (PDM). A las 10 de la noche de aquel 6 de julio, se cayó el Sistema Informático de la Comisión Federal Electoral (CFE) que regenteaba la Secretaría de Gobernación, en manos de Manuel Bartlet Díaz (hoy Senador del PT), en ese momento el ingeniero Cárdenas encabeza los votos, en detrimento del priista Salinas de Gortari.

Horas después, al filo de la madruga del 7 de julio, los “expertos oficiales”, reactivaron la red y en el conteo “sorpresivamente” el candidato oficial había rebasado al Frentista, ante el asombro, incredulidad, dudas, inconformidad, enfado y desilusión de millones de mexicanos –incluso del PRI- que no creía el vuelco que había tomado la elección. Finalmente, nada pasó,  Salinas de Gortari gobernó México de 1988 a 1994… ¿Qué tal?

Hoy las cosas son diferentes, las herramientas tecnológicas, la capacidad de los mexicanos para estar informados y participativos en el quehacer político, es impedimento para que el PRI/Gobierno e instituciones electorales oficiosas intenten, pretendan o insinúen un fraude.

A esto se suma el hartazgo nacional por el gobierno fallido de Enrique Peña Nieto, su ignorancia de no saber que una década tiene 10 años y que 40 o 50 décadas son 400 o 500 años. Que la omisión o complicidad del mexiquense (Golden Boy de Atlacomulco) ha permitido que 22 gobernadores y ex gobernadores de su partido el PRI, hayan robado, saqueado, defraudado a sus gobernados y la mayoría gozan de cabal impunidad.

Que el ADN del sexenio 2012/2018 fue, es y ha sido la COORRUPCIÓN, impunidad, inseguridad, pobreza, desempleo, engaño, promesas incumplidas, fraudes electorales e incapacidad para gobernar, por lo que más de 128 millones de mexicanos, que votan y los que no, quieren fuera de Palacio Nacional, de Los Pinos, todo lo que huela a PRI.

Bueno… de ello está consciente el morenista Andrés Manuel, es un hándicap a su favor, pero no debe confiarse y hacer por su causa. ¿Cómo? Siendo más proactivo, seguro, contundente, firme, erguido, durante su cita el 12 de junio en Mérida.

Tiene que dejar en el cajón de su escritorio tres pecados que lo han acompañado los últimos meses de campaña: arrogancia, soberbia y displicencia, para enfrentar como candidato que busca ganar la elección a sus oponentes, con la misma intensidad, coraje, deseos, habilidad y capacidad como ellos lo hacen.

Aún no gana el proceso. Sí, lleva la punta en las preferencias electorales, es el más carismático y popular de los tres, pero no debe confiarse, el hecho verdadero será que esos momios se transformen en votos a su favor el 1 de julio.

Desde luego debe mostrar confianza, seguridad, certeza y no olvidar que no va solo –como en 1976 cuando el entonces candidato oficial José López Portillo (PRI/PARM/PPS) contendió sin rivales a la presidencia de México, ningún otro partido postuló aspirantes. JOLOPO ganó en solitario la elección, El PRIAN y el Sistema no le permitirán ganar “tan fácil”

Son muchos mensajes, signos, señales de esto, como la inclusión de un particular, Carlos Slim (afín a Salinas de Gortari) al INE como “blindador” del sistema informático de la elección presidencial. La ultra reunión privada, por más de dos horas, en Los Pinos en enero de 2017, de Ricardo Anaya y Santiago Creel con Enrique Peña Nieto, en donde se concretó una eventual alianza PRI/PAN (PRIAN) que incluyó el respaldo oficial para que en la elección del Estado de México, ese año, Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN, ganara y se reconociera legalmente su triunfo. Segundo, la conjura Revolucionario Institucional/Acción Nacional en la elección presidencial del 1 de julio de 2018 para evitar que Andrés Manuel gane.

Algo falló: Josefina fue “derrotada”… pero sigue latente que el PRIAN pretende –cómo sea– impedir el triunfo de López Obrador.

Y el mensaje más reciente de la mancuerna “triazul”  fue el casual encuentro en el vuelo  Tijuana / CDMX en donde “coincidieron” Ricardo Anaya, Lorenzo Córdova Vianello (Consejero Presidente del INE), Juana Cuevas (esposa de J.A Meade), la Secretaria General del CEN del PRI, Claudia Ruiz Massieu, el alquimista y dinosáurico Manlio Favio Beltrones y Carolina Martínez Franco, esposa de Anaya.

¿Casualidad?, ¿Reunión en las alturas? ¿Maquinación? ¿Concreción del acuerdo del 30 de enero de 2017? ¿Plan de Trabajo? ¿Proyecto para impedir que gane ya sabes quién?

Lo cierto es que como dijo el sabio Don Jesús Reyes Heroles, “en política no hay coincidencias”, “en política, lo que se ve, es”

El plan está en marcha.

 

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT) y de Comunicadores por la Unidad (CxU).

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