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CRÓNICAS DE LA CIUDAD: Chimalistac, un paraíso escondido en la ciudad

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POR: PEDRO FLORES

 

Entrar a Chimalistac es transportarse a un México que ya no existe, de tranquilidad, de calles empedradas en donde se topa uno con monumentos históricos, como es el caso de la cruz atrial de la parroquia de San Sebastián, o con casas como las marcadas con los números 5, 101 y 186 del Paseo del Río, que datan del siglo XIX, o el Puente del Púlpito que es una joya arquitectónica.

Recorrer sus calles de casonas entre árboles, sin ruidos de autos, nos transporta a las imágenes de la película “Santa”, novela de Federico Gamboa, publicada en 1903, que le dio gran fama a su autor y a Chimalistac, donde ésta transcurre.

En homenaje a la obra y a su autor, en 1923 la plaza de San Sebastián fue rebautizada como “Federico Gamboa” y dos calles aledañas como “Santa” y el callejón de “Hipo”, en referencia a los personajes principales de la novela.

La película fue filmada en 1931 y estrenada en 1932, hace 86 años, que fue la primera película sonora filmada en México. El filme fue interpretado en forma estelar por Guadalupe Natalia Tovar Zúñiga, conocida en el ambiente artístico como Lupita Tovar, quien murió en Estados Unidos hace 2 años a los 106 años. En ella, nos narra la vida de una mujer de belleza inusual, que es engañada por Marcelino, un soldado que después la abandona; su familia la rechaza y para sobrevivir se emplea en un prostíbulo. Ahí se enamora del torero “Jarameño”, interpretado por Juan José Martínez Casado (padre de la conductora de TV “Kippy” Casado), quien la desprecia, pero encuentra consuelo emocional siempre en el viejo pianista del prostíbulo, Hipólito, un artista ciego interpretado por Carlos Orelllana.

Pero no sólo Federico Gamboa ha escrito sobre Chimalistac, Manuel Payno en 1889, en su novela “Los Bandidos de Rio Frío”, hace referencia a la calle “El Arenal”, que en ese tiempo era una de las principales de dicha zona.

UN POCO DE HISTORIA…

Chimalistac en el periodo prehispánico pertenecía a Coyohuacan, asentamiento que había sido avasallado por los tepanecas alrededor de 1332 y que en 1410 Tezozómoc, señor de Azcapotzalco, le da a Coyohuacan rango de señorío e instala a su hijo Maxtla como su gobernante.

DENTRO DE LAS LEYENDAS ALGUNOS SEÑALAN QUE SU NOMBRE QUIERE DECIR “DONDE SE TALLA LA PIEDRA DE SACRIFICIOS”, Y AFIRMAN QUE AQUÍ SE ELABORÓ EL FAMOSO CALENDARIO AZTECA.

En 1426, Maxtla toma el trono de Azcapotzalco y hostiliza a la ciudad mexica de Tenochtitlan y a la ciudad acolhua de Texcoco; sin embargo, los mexicas y acolhuas unen fuerzas y toman Azcapotzalco en 1428, y Maxtla huye a Coyohuacan, donde es derrotado en 1430 y el señorío de Coyoacán y sus barrios dependientes -que eran Chimalistac, Coapa, Tepetlapa, Axotla, Huitzilopochco, Xoco y Copilco- se convirtieron en tributarios de la triple alianza, conformada por las ciudades de Texcoco, Tenochtitlan y Tlacopan.

Durante la conquista de México, Coyohuacan estaba regido por el cacique Ixtolinque. Al fin de la guerra se une a la causa española y tras la caída de Tenochtitlán es bautizado con el nombre de Juan de Guzmán Ixtolinque, y se convirtió en un fiel aliado de Hernán Cortés, quien se estableció en Coyohuacan de 1521 a 1523 con sus capitanes y su ejército mientras se reconstruía la Ciudad de México.

Al morir Juan de Guzmán, los sucede su hijo Felipe de Guzmán Ixtolinque y su esposa, quienes donan a la Orden de los Carmelitas Descalzos la finca de Chimalistac, quienes ya se habían instalado y que entre sus más famosas construcciones está una parroquia y cerca se encuentra esta pequeña cámara secreta, construida en 1620.

El nombre de “secreta” se le adjudicó debido a que tiene dos orificios paralelos con los que estudiantes y frailes podrían comunicarse sin que los demás presentes pudieran oír de lo que hablaban; en su mejor momento estuvo decorado por pinturas religiosas, pero con el tiempo desaparecieron.

Se dice que originalmente Chimalistac estaba conformada por huertos, los cuales fueron fragmentados por ahí del año 1849. Así, cerca de 1904 la colonia fue fundada oficialmente; prueba de ello es este mural en la calle de San Ángelo fue inaugurado durante los festejos de su centenario.

CALLES, HISTORIAS Y ALGO MÁS

Después de que los huertos de Chimalistac fueran fragmentados, se construyeron diversas casonas y negocios como el restaurante de La Bombilla, a donde fue asesinado el general Álvaro Obregón, por José de León Toral, en 1928.

La exclusividad de la zona ha originado que las propiedades tengan una gran plusvalía, ya que en la actualidad la más barata tiene un valor comercial de 11 millones de pesos; claro, hay otras más antiguas que conservan las construcciones tradicionales y tienen un valor hasta de 38 millones de pesos.

Justo frente a la parroquia de San Sebastián se encuentra el Centro de Estudios de Historia de México. Abrió sus puertas por primera vez en 1965, pero su historia va mucho más lejos. Resulta que este edificio data del siglo XVIII y es llamado comúnmente como la “Casona de Chimalistac”, que actualmente alberga más de 800 mil piezas, entre libros y manuscritos en los que se relata la historia de toda la República Mexicana.

Muchas de sus bellezas son ignoradas por desconocimiento de los capitalinos, a pesar de que en el 2012 el entonces regente de la Ciudad, Marcelo Ebrard, de quien se dice es vecino del lugar, lo declaró Patrimonio Cultural de la ahora CDMX.

Entre los personajes que han vivido o se han inspirado en dicha zona está el mencionando Federico Gamboa y ha sido tema recurrente las obras de artistas como José María Velasco, Mauricio Rugendas y Ben-Hur Baz, además de ser sede de las casas de la escritora Helena Poniatowka, la también artista Bárbara Jacobs, Augusto Monterroso y, se dice, también de José Antonio Meade.

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