El mes de octubre de cada año, y en especial el día 19 se han dedicado a nivel mundial a recordar desde los gobiernos y las organizaciones sociales que la lucha contra el cáncer de mama es vital para las mujeres, pues siendo diagnosticado a tiempo, es curable y su rehabilitación es menos dolorosa.
En México, la ciudad capital es una de las metrópolis con mayor incidencia de esta enfermedad y, por lo tanto, el Gobierno de la Ciudad de México ha impulsado acciones que, si bien son importantes, no alcanzan los niveles de prevención deseables, pues mientras que en el mundo fallecen 15 mujeres al día por esta enfermedad, al año en la capital mexicana mueren 750 féminas.
El simple hecho de que se diagnostique esta enfermedad ya implica dos golpes para la paciente, pues de inmediato el impacto psicológico surte efecto. Se sabe que con esta enfermedad, los tratamientos, la detección y su cura puede implicar desde la necesidad de dedicar sesiones de quimioterapia, radiaciones, operaciones, pérdida de las mamas y hasta la muerte.
En la Ciudad de México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los rangos de fallecimientos por cáncer de mama, son de 5.86 a 20 por cada 100 mil, dependiendo de la entidad.
Campeche es la entidad con más baja incidencia (5.86 casos por cada 100 mil mujeres) y Chihuahua, Nuevo León y la CDMX, con 20 casos en la misma proporción.
Por esa razón es que la capital del país es la entidad en donde se cuenta con un mayor número de equipos de mastografía, y de igual manera es donde se realiza un mayor número de pruebas. Aquí se hacen 29.4 por ciento de las pruebas para la detección de cáncer de mama que se hacen en todo el país.
Desde 2013 y hasta el año que corre, el Gobierno de la Ciudad de México tiene en marcha un programa de atención a este mal, pues se estima que el cáncer de mama y el de útero son las dos principales causas de muerte en mujeres de la metrópoli, por neoplasias malignas en mujeres de más de 25 años de edad.
Para el tratamiento y la prevención de esta enfermedad, en la capital mexicana como en gran parte del país, se ha privilegiado la detección oportuna y tratamiento adecuado, sin dejar de lado la promoción y prevención.
Aunque científicamente no existe una causa específica por la que se genera el cáncer de mama, se estima que actividades como el consumo de alcohol, tabaco y otros tipos de drogas son precursores, así como la poca actividad física y la alimentación deficiente.
Tanto a nivel legislativo como por parte de la Jefatura de Gobierno, se han realizado diversas acciones encaminadas a combatir y prevenir de manera eficaz el cáncer de mama, y como ejemplo destaca el decreto emitido por Miguel Ángel Mancera, entonces Jefe de Gobierno, cuando en 2017 se comprometió a nombre del Gobierno a trabajar para que ninguna paciente con esta enfermedad quede sin reconstrucción mamaria gratuita.
