Por mucho que en las encuestas de varias casas editoriales Claudia Sheinbaumempiece a pintar arriba de Martí Batres, la realidad es que en todas sigue apareciendo en primer lugar el zacatecano Ricardo Monreal para ser candidato de Morena a la CDMX.
Eso parece preocupar, incluso al propio Andrés Manuel López Obrador, quien ya dio varias señales para que su hijo opere la declinación de Martí Batres y, con ello, apuntalar a la delegada de Tlalpan para la encuesta interna del próximo mes.
Y es que si todas las encuestas dan como triunfador al zacatecano en una contienda al interior de ese partido, cómo entonces El Peje podrá justificar que la de él arroje resultados contrarios sin parecer, al menos, “cuchareada”.
El tema de que en Morena no hay piso parejo ya es del dominio público, pero mucha gente se pregunta por qué si Monreal ha sido aliado de López Obradordesde hace mucho e incluso fue su coordinador de campaña en 2012, no se decide a impulsarlo.
Es claro que, de realizarse una encuesta limpia, el zacatecano arrasaría con Sheinbaum y lo posicionaría como la carta fuerte para que los morenos pudieran llegar al Gobierno de la CDMX, incluso aportándole al tabasqueño una buena canasta de votos para la presidencial.
¿Entonces por qué El Peje no le cumple la promesa de que, si competía y ganaba en 2015 la delegación Cuauhtémoc, él sería el candidato de Morena al gobierno capitalino?
Los cercanos a López Obrador dicen que el tabasqueño tiene miedo de perder por tercera vez la carrera presidencial y, si eso ocurriera y Monreal ganara la CDMX, el zacatecano se convertiría en el nuevo líder de la izquierda y desplazaría al pejismo de 2018 en adelante. Porque Andrés Manuel ya vio que no es lo mismo enfrentar al PRI que al PAN como gobierno y que en Los Pinos no tienen en mente dejarlo pasar, así tengan que usar todo el poder del Estado y de los cacicazgos de gobernadores.
Eso sin contar el Frente Amplio Democrático que se está armando y que limitaría bastante las posibilidades de triunfo del de Macuspana, a quien probablemente las fuerzas no le darían para buscar una cuarta vez.
Le preocupa que, si él pierde, sus hijos no puedan mantener el control del partido que fundó hace tres años y todo su esfuerzo se pierda. La gente de Sheinbaumtrata de convencerlo de que, con ella, el futuro de sus cercanos estará seguro y con Monreal no.
Por eso el zacatecano no es su primera opción, aunque bajarlo no estará tan fácil, pues si no se procesa bien el tema se puede ocasionar una ruptura y abrir un importante hueco en Morena que los podría hacer perder no sólo el país, sino la CDMX.
CENTAVITOS… Ahora que se sabe que en Benito Juárez Morena no enviará como candidata a una mujer y que Leticia Varela tendrá que bajarse, ya se empieza a comentar que no todo está perdido para la excompañera de Alejandra Barralescomo azafata en varios vuelos.
Dicen que para que la familia Varela no se quede con las manos vacías, su pareja, el yucateco René Cervera, podría tomar la candidatura y aprovechar todo el trabajo que su mujer ha hecho ya durante varios años en esa demarcación, que estuvo a nada de ganar en 2012 pero que una fallida estrategia postelectoral —o tal vez una negociación en lo oscurito con el PAN— le dio el triunfo en ese entonces al hoy coordinador albiazul en la ALDF, Jorge Romero.
http://www.excelsior.com.mx/opinion/adrian-rueda/2017/08/01/1178908
