Luis Eduardo Velázquez
La Jefa de Gobierno de la Capital CDMX, Claudia Sheinbaum, desde que asumió el poder ha dado a entender que se le debe dar por muerta para la Presidencia en 2024.
Las encuestas no cuchareadas, muestran que va en picada y, por lo tanto, parece muerta en la contienda. Sin embargo, en los hechos la Jefa de Gobierno se siente viva y se pasa de viva con su promoción personalizada.
Desde hace unos meses viola el artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que prohíbe a todo funcionario público usar su cargo para promover su imagen con fines electorales.
Con el apoyo de la Agencia Digital de Innovación Pública, dirigida por José Merino, ha estado violando abiertamente la Constitución y la legislación electoral al mostrar su imagen en el portal oficial del Gobierno de la CdMx.
Al entrar al sitio web cdmx.gob.mx, descrito como un “portal ciudadano”, lo primero que se despliega es la cara sonriente de Claudia Sheinbaum, su nombre y el enlace a su biografía.
Mañosamente, Merino colocó detrás el nombre del directorio del gabinete para disfrazar la burda promoción personalizada de la Jefa de Gobierno.
No obstante, la violación a la Constitución y al marco electoral ya fue registrada por el diputado local del PAN Federico Döring, quien no dejó pasar la oportunidad y promovió una queja ante el Instituto Nacional Electoral (INE).
Döring asegura con certeza que la foto de la Jefa de Gobierno debe estar en el icono de directorio como sucede en cualquier portal de Gobierno y no como “telonera”.
El caso, que también es analizado por el Instituto Electoral de la CdMx (IECM), es la primera queja que enfrenta Sheinbaum por darle vuelta a la ley y todo indica que terminará en una sanción económica.
Quizá sea el principio de una serie de quejas porque Sheinbaum ha decidido desafiar la ley con el invento de su informe de los 200 días que más que un acto de rendición de cuentas es visto como una estrategia electorera puesta en marcha desde el Antiguo Palacio de Ayuntamiento.
Al promover su “informe”, para muchos funcionarios de la cuarta transformación fue festejo (sabrá usted de qué), Sheinbaum cuidó no poner en los carteles su imagen ni nombre para estar al margen del 134 constitucional. Pese a ello, debe una rendir cuentas de la logística del evento que implicó el uso de recursos públicos.
De oficio el árbitro electoral debe indagar el acarreo de los alcaldes y diputados locales. Para mostrar músculo, la Jefa de Gobierno pidió apoyo “institucional” y, por ello, cada legislador de Morena tuvo la tarea de acarrear 500 ciudadanos.
Los alcaldes morenistas, sobrados como son, ofrecieron sendos acarreados. La alcaldesa de Iztapalapa, Clara Brugada, prometió 7 mil; el alcalde de Gustavo A. Madero, Francisco Chiguil, 4 mil, y así sucesivamente.
Tras ver el acto del domingo pasado, el INE y el IECM no pueden hacerse de la vista gorda y deben poner un alto a la promoción personalizada de Sheinbaum con miras al 2024 que en materia de propaganda durante este año ya se traduce en un gasto de 101 millones de pesos.
NOCAUT. La bancada monrealista asestó un izquierdazo a Ricardo Ruiz en el Congreso de la CdMx al ganar la Oficialia Mayor y la Unidad de Transparencia. A punto de tirar la toalla está Ignacio Rodríguez Reyna, titular de Comunicación Social, quien anda con su renuncia bajo el brazo. ¡Abrazos, no periodicazos!
