Desde que el ahora presidente Andrés López Obrador ganó las elecciones y reiteró lo que había adelantado, en el sentido de suspender la construcción del Aeropuerto Internacional de México en Texcoco, las luces amarillas se comenzaron a encender por parte de los empresarios, de los inversionistas, pues la incertidumbre es el peor escenario para la gente del dinero.
Si bien el gobierno inició hace ocho meses, las alertas ya existían desde hace más de un año, y la confirmación de la cancelación, aunada al endeble proyecto de Santa Lucía, que sustituye a lo que sería la obra de infraestructura más importante del mundo en su momento, no solamente causó alarma entre los inversionistas, sino pérdidas y cancelación de empleos.
Las consecuencias ya están a la vista, si bien lo razonable es que los resultados se dieran hasta que se observaran las perspectivas económicas y de inversión de este año para que se reflejaran en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2018, los estragos de la cuarta transformación ya los vivimos los mexicanos.
De acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social y del INEGI, las cosas en la economía, si no están en retroceso, por lo menos se encuentran estancadas, sin que haya razones macroeconómicas para ello.
Según el INEGI desde que comenzó el 2019 los empresarios se han mostrado más moderados en cuanto a sus expectativas sobre México, lo cual se refleja en los resultados del Indicador de Confianza Empresarial en sector comercial, el cual registró la caída más pronunciada, quienes redujeron su confianza 1.6% en relación con el mes previo.
Por lo que hace a la confianza empresarial en los sectores manufacturero y constructor cayó 0.1%, de acuerdo con cifras de la Encuesta Mensual de Opinión Empresarial del Inegi.
Todo esto se reflejó en la caída de inversiones y a su vez en la generación de empleos, en torno a lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social informó que durante los primeros seis meses de este año, solamente se crearon 289 mil 301 puestos de empleo nuevos, lo que representa una caída de 39.24 por ciento, respecto al mismo período del año anterior, el cual había caído un poco más de 7 por ciento.
En el último año, el crecimiento de asegurados en el IMSS creció apenas 2.4 por ciento, ya que al 30 de junio de 2019, se tenían registrados 20 millones 368 mil 666 puestos de trabajo
El IMSS aclaró que la mayor parte de este crecimiento en los puestos de empleo se registran en el sector agropecuario, lo cual quiere decir que el sector manufacturero se encuentra estancado.
Se trata de cifras oficiales y no de los otros datos a los que alude siempre el presidente López Obrador, hasta hoy, ningún país ha comenzado a resentir las consecuencias de una incipiente aceleración que la economía mundial vivirá, por lo que esto, podría convertirse en una recesión para México.
Todas las expectativas de crecimiento para México de analistas, organismos internacionales y calificadoras han ido mes tras mes a la baja, después de que las estimaciones iniciales de la Secretaría de Hacienda eran de dos por ciento y hoy todas están en menos de uno por ciento.
Es sintomático que sea el mes de mayo el período en que mayor caída de la generación de empleos se registra, pues el propio seguro social dio a conocer que, durante el quinto mes, se registraron apenas 3 mil 983 empleos nuevos; en contraste, en el mismo mes de 2018 en el que se crearon 33 mil 966 puestos, es decir, se tuvo una caída de 88.3 por ciento.
La economía nacional experimenta nuevas visiones, posiciones muy distintas al llamado período neoliberal y el nuevo secretario de Hacienda, Arturo Herrera, ya reconoció que las medidas para retomar el crecimiento económico, con la inversión de 485 mil millones de pesos en infraestructura, se dan en un contexto de desaceleración. Ya no hace falta esperar mucho para el desenlace, 2020 puede ser un año de sorpresas.
