Lorena Osornio
Estamos ante la consumación de una nueva estafa de Morena. ¿Cómo se está llevando a cabo? Sencillo, el primer paso fue repetir hasta el cansancio la frase “austeridad republicana” -la hemos escuchado infinidad de veces a la menor provocación-. Y el séquito de aplaudidores del presidente López, la replicó, aunque no sabían lo que les esperaba. Así transcurrió el tiempo, mientras poco a poco todos y cada uno de los militantes de ese partido fueron develando su verdadera personalidad corrupta y ambiciosa.
El segundo paso fue prometer públicamente que MORENA devolvería el 50% del financiamiento público que recibe, el cual para este 2019 ascendió a mil 567.6 millones de pesos, con lo cual cumplirían el mandato de su congreso nacional e implicaría renunciar a un total de 797.5 millones de pesos. De hecho, hay que recordar que apenas el pasado 8 de agosto la actual presidenta de MORENA, Yeidckol Polevnsky, aseguró públicamente que del financiamiento público que disfrutan, o sea el dinero que usted y yo estamos obligados a pagar a la Secretaria de Hacienda, a través del SAT, y que el Instituto Nacional Electoral (INE) asignó a este partido, devolverían el 75%, algo que nadie, excepto algunos creyeron.
A lo anterior se sumó que el propio AMLO se pronunció en su conferencia mañanera por que lo partidos políticos devolvieran el 50% de los recursos que obtienen por el financiamiento público, algo que desde luego no es suficiente puesto que ello implica que los ciudadanos continuemos manteniendo personajes nefastos acostumbrados a vivir de nuestro dinero. Hay que recordar que también recientemente el INE anunció el proyecto de financiamiento a partidos políticos nacionales para 2020, que comprende 5 mil 239 millones de pesos de financiamiento público que se repartirán entre todos los partidos. Esta cifra resulta por demás indignante, frente al desabasto de medicamentos y muchas otras carencias en el sector salud.
El último paso para concretar la gran estafa orquestada por MORENA se dio apenas hace unos días, cuando se supo que no va a devolver ni un solo centavo de su presupuesto y en cambio está en proceso de adquirir un inmueble para ocuparlo como su sede.
Qué más necesitamos para darnos cuenta de qué clase de políticos se encuentran dentro de ese y el resto de partidos. Los ciudadanos estamos cada vez más cansados de que nos pretendan ver la cara y más aún de una forma tan descarada como lo está haciendo MORENA.
O a usted no le indigna que se hayan comprometido públicamente a devolver parte de nuestro dinero y luego nos restrieguen en la cara que siempre no; acaso esos recursos no hubieran evitado el desabasto del medicamento de los niños con cáncer que apenas hace poco pudieron ser visibles para la opinión pública luego de que sus padres recurrieran desesperadamente a bloquear el aeropuerto.
Con cada semana la ciudadanía es testigo de actos cada vez más deleznables, porque mientras los niños con cáncer luchaban por su vida, los políticos de MORENA se preocupaban por quién se quedaría con el “hueso” en el Senado. Sí, MORENA como partido anda más preocupado por comprar un edificio y resolviendo grillas internas entre Ricardo Monreal y Martí Batres que por procurar el bienestar social como ellos afirman en los medios de comunicación.
Al respecto, tenemos también los recientes bombardeos mediáticos del próximo informe presidencial de AMLO. Sería interesante saber cuánto dinero se está invirtiendo en continuar posicionando la imagen del presidente ante los constantes fracasos en su política económica. Pues de nueva cuenta, esos millonarios recursos que destina el presidente para que escuchemos en cada canal de televisión, estación de radio y redes sociales, sus mediocres logros de gobierno, podrían invertirse en mejorar los servicios de salud.
Por esto y muchos otros hechos actualmente podemos afirmar que Morena es la gran estafa de México.
