Por La Mafia en el Poder
Lejos de acercarse a una salida o que puedan terminar antes de que tengan otra suspensión en contra, como dijo la semana pasada el consejero jurídico Manuel Granados, las cosas para la Línea 7 del Metrobús siguen complicándose.
A mediados de la semana pasada, la jueza 12 de distrito en materia administrativa, Blanca Lobo Domínguez, admitió otro amparo, ahora promovido por un colono del comité vecinal de Chapultepec-Polanco, y que se sumará al que está en el juzgado 8, interpuesto por la Academia Mexicana de Derecho Ambiental.
Querrán hacerlo menos, pues en la prensa van semanas que se publica el anuncio de más amparos en contra del proyecto.
Pero no es así, pues antes de que termine esta semana, el 13 de julio para ser precisos, podría ser que la controvertida Línea 7 reciba otra suspensión que los inconformes esperan que sea definitiva.
En las secretarías de Gobierno, de Medio Ambiente, de Obras y Servicios y hasta en el sistema Metrobús, desdeñan las protestas y los reclamos, “son los de siempre, son tres, cinco personas que ya sabemos quiénes son”, dicen en los pasillos.
Sin embargo, la marcha que hicieron este sábado no fue para nada sólo de cinco, 10 o 15 personas que creen los empleados de Mancera, se juntaron casi 200 y sin necesidad de acarreo.
A los colonos les gusta llevar la cuenta de sus apariciones en medios, y su marcha fue la quinta luego de cuatro conferencias de prensa, pero aseguran que la sexta, sí le dolerá a Mancera.
Tienen preparada una salida al extranjero para denunciar en el Grupo de Liderazgo Climático, mejor conocido como el C40, que el jefe de Gobierno no está cumpliendo con los compromisos al sumar a la Ciudad de México como una metrópoli que aplica políticas para combatir el cambio climático.
El argumento sería sólido y contundente, presentarán pruebas de que los autobuses de doble piso que se compraron para dar el servicio del Metrobús sobre Paseo de la Reforma usan diésel y son de tecnología obsoleta.
Será interesante ver si le Jefe de Gobierno hace como que se le pasa el camión, o se sube en esa parada.
¿Así o más oscuro?
Un año se cumplió del desastre en el manejo del traslado del gorila Bantú que culminó con su muerte en el zoológico de Chapultepec en el intento de llevarlo a Guadalajara para que se reprodujera con Chencha y Faustina.
Desde ese momento y hasta ahora no hay responsables del hecho, hubo renuncias e inhabilitaciones pero nadie, hasta ahora, paga por ese asunto.
Sin embargo, ahora salieron detalles del fallido convenio que firmó Tanya Müller, la secretaria de Medio Ambiente, y Felipe Rodríguez Herrejón, director del zoológico de Guadalajara, mediante el cual planeaban todo un velo a la información que se generaría con el negocio, perdón, con el acuerdo.
Establecieron una cláusula para que todo lo relacionado con nombres de clientes, datos personales, información financiera, proyecciones, análisis, planes de mercadotecnia, planes de negocios, estrategias comerciales y modelos operativos, fuera confidencial.
Interesante sería saber qué pensaban hacer del conocimiento público, tal vez los nombres de las crías, y nada más.
Esa práctica, dicen en los zoológicos, es común incluso para quienes van a hacer sólo su servicio social.
Algo debe estar muy mal en esos sitios como para obligar a todos y por todo, a guardar silencio.
Pero también llama la atención el plan B del convenio en caso de que no hubiera apareamiento, querían inseminar artificialmente a las hembras.
Si desde un principio existía esa posibilidad por qué no se optó por esa vía, el resultado hubiera sido que el único gorila en el país siguiera vivo, ya que además es una especie en peligro de extinción.
Funcionarios del gobierno anterior no se explican por qué y quién tomó la decisión de sacar a Bantú de su entorno, pues ahí nació y no conocía más, era, en términos sencillos, su hábitat.
Lo conveniente, en todo caso, era trasladar a las hembras hacia el macho, y no al revés, pero de nuevo el convenio arroja luz, el zoológico de Guadalajara iba a meter un millón de pesos en la remodelación del albergue del gorila.
Al final recibieron su millón y un poco más, pero por el seguro que tenían contratado por el animal.
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
