Por la Mafia del Poder
En lo que se espera sea el acto masivo más importante en la historia de Morena, el próximo domingo tres de septiembre los pejistas destaparán a quien será su representante en las elecciones para renovar el Gobierno de la CDXM en 2018.
El evento será la prueba de fuego para Andy López Beltrán, el cachorro de Andrés Manuel López Obrador, pues será el encargado de organizar la magna concentración en la que su papá dará el banderazo de salida en la ciudad.
Para tal efecto, el cachorro de El Peje se ha estado rodeando de algunos personajes que le prometen atiborrar el lugar con magnos acarreos, a fin de que quede bien ese día y empiece a ser reconocido por sus méritos, no por sus influencias familiares.
Para esa fecha López Obrador tendrá ya en sus manos los números de la encuesta que dará a conocer quién representará al partido en las urnas el año entrante, y la dará a conocer en plena plaza pública.
Será un mecanismo muy similar al que él mismo usó para obligar a Marcelo Ebrard a bajarse de la candidatura presidencial en 2012.
Es decir, se tendrá que reunir unos minutos antes con los tres aspirantes y acordar con ellos quiénes serán los dos que se bajen, a fin de apoyar al bueno.
Digan lo que digan los números, él sacará las “verdaderas encuestas” y dirá quién va.
Así de fácil.
Se desbocan los aspirantes
Los aspirantes de Morena a cargo de elección popular están más que desatados con publicidad ilegal e la CDMX y hasta el momento no hay un solo perredista que les haga frente, o al menos que haga un pataleo.
Para su elección de candidato al gobierno capitalino en 2018, los tres aspirantes han desplegado pendones, espectaculares y “conferencias” por todas las delegaciones en pleno horario de trabajo, y nadie les ha puesto el alto.
Por ejemplo, Claudia Sheinbaum se la ha pasado hablando entre semana en foros sobre la ciudad, y tiene lleno de publicidad las calles de Iztapalapa, donde está recibiendo la ayuda descarada de Clara Brugada.
Pero si Sheinbaum anda movida, el zacatecano Ricardo Monreal no se queda con las manos cruzadas y al estilo del panista Rafael Moreno Valle, se ha dedicado a promover su plan de Metrópoli 2.5, con el que recorre también la capital.
Ninguno de ellos dos necesita esconderse o andar disimulando para hacer una descarada campaña anticipada, lo cual está severamente penado por la ley pero nadie hace denuncia alguna.
¿Dónde están por ejemplo Raúl Flores o Alejandra Barrales para pedir a las autoridades electorales que le pongan un alto a los morenos?
Ambos están bien dormiditos.
¿Y el piso parejo?
Pero si los interesados no dan señales de vida, habría que preguntar si en el Instituto Electoral del DF están tomando nota de estos actos anticipados de campaña de los morenos, toda vez que el INE advirtió que habría piso parejo.
Tanto su dirigente nacional como sus tres aspirantes a suceder a Miguel Ángel Mancera en 2018 se pasan por el arco del triunfo las reglas.
Los pejistas siempre se han quejado que en cada proceso electoral hay una elección de Estado en su contra, y que los espacios en los medios de comunicación siempre se les cierran, pero ahora es completamente al revés.
Su líder nacional lleva acumulados más de 2 millones de spots al aire, pagados con el dinero del pueblo, cuando legalmente ni siquiera ha comenzado el proceso electoral para renovar la Presidencia de la República.
Y si el jefe lo hace, por qué los chalanes no habrían de hacerlo en la CDMX, donde también violan la ley sin miramientos y nadie les dice nada.
Pues a ver quién es el guapo –o la guapa- del PRD que se pone los guantes y sale a defender a su partido, porque si no se los van a llevar al baile.
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
