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La banda molécula

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Hugo Morales Galván

Las conferencias mañaneras de Andrés Manuel López son un ejercicio de comunicación política cuyo diseño busca impactar positivamente al llamado Círculo Verde (mayoría de la población), por encima del agrado o desagrado del Círculo Rojo (opinión pública). Consecuente con su visión como opositor y ahora como Presidente, López Obrador tiene claro que su objetivo es mantener simpatía y satisfacción del “pueblo bueno”, ése que con 30 millones de votos lo llevó a ganar las elecciones del 2018.

En esa lógica el modelo aplicado por la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia de la República, no es una ocurrencia o un evento donde de manera espontánea hay quienes participan con preguntas a modo o incómodas. Todo estábajo control. Con un monitoreo de medios del día anterior y el reporte de madrugada, el equipo de Comunicación presidencial detecta los temas sobre los cuales debe de poner atención para hacer un control de daños. Elabora una carpeta que Jesús Ramírez Cuevas pone en manos de López Obrador y en la mesa del Gabinete de Seguridad, y ampliado.

La primera parte de las entrevistas mañaneras está planificada. Desde días antes, o un día previo, las dependencias envían lo que serán las presentaciones de sus titulares para participar junto a López Obrador. Para ello, llegan también a la reunión de las 05:00 horas. Ahí mismo se abordan los temas que expondrán. Los presentes opinan sobre posibles aristas incómodas, para lo cual en ese mismo momento se determinan los complementos informativos.

Eso es normal en una operación cotidiana de comunicación política. Lo chusco del modelo, es cuando entran a escena los patiños que complementan el montaje escénico de las mañaneras. Son irritantes, pero cumplen para lo cual fueron contratados. Raymundo Riva Palacio ubica a quienes dicen ser “blogueros” o “periodistas digitales”, y cuyos pagos oscilan los 200 mil pesos (supongo que no etiquetados, no identificados y por uno o dos trimestres al menos). Su labor es simple: deben llegar a formarse a las 05:00 horas para acceder “como todos”. Tienen lugares apartados en la primera fila. Deben haber checado sus correos electrónicos o la mensajería en sus teléfonos celulares desde donde la Coordinación de Comunicación les hace llegar las preguntas o temas (punteados) sobre los cuales o leen de manera directa o hacen una redacción a su modo para que parezca algo suyo.

En la reunión previa, la propia Coordinación explica a López Obrador el recorrido de los micrófonos para que le formulen las preguntas. El “staff” presidencial, recibe instrucciones a quién deberán de darle el micrófono y a quién no.

El “staff” es el encargado de apartar los lugares de la primera y segunda fila. El orden es que al centro y al frente estén siempre los periodistas “digitales” o “blogueros”, que permanentemente son privilegiados con el micrófono para preguntar a López Obrador.

El entramado es en dos niveles. Uno con los “bloqueros” o “periodistas digitales” presentes: Carlos Pozos Soto “El Molécula”, Vicente Serrano, Nancy Rodríguez, Sandra Aguilar y Marco Antonio Olvera. Reciben las preguntas. Reciben el micrófono. Formulan las preguntas. AMLO se luce con tan sensatos cuestionamientos.

El segundo nivel de ese modelo tiene que ver con los recursos que desde Morena, sobre todo, se destinan a labores de propaganda, para contratar decenas de “bloqueros” patitos y espacios en sitios, y empresas operadores de cuentas falsas y robots, para desatar una descarnada cacería en redes sociales contra quienes disienten de las afirmaciones presidenciales.

A la Comunicación Política presidencial le tiene sin cuidado el Círculo Rojo. Considera que son pocos y son adversarios. No les otorga ninguna importancia política/mediática En la nueva realidad política, la Cuarta cree que los debates pasan por la mañanera, no por los formadores de opinión.

Pero ese modelo tiene límite. El límite lo pondrá la irrefrenable violencia e inseguridad pública, y el profundo estancamiento económico. Le gente sigue resintiendo la inseguridad pública. El país es un reguero de cadáveres, de enfrentamientos y de ejecuciones. El Ejército (dizque Guardia Nacional) no le alcanza para detener la violencia, que, salida de control, puede ser un peligroso factor de desestabilización del paraíso utópico de la 4ta. Con muertos en la calle, sin dinero que regalar, otro gallo cantará.

Lo nuestro es la #política en la #CDMX; si en verdad te late la grilla chilanga en las redes, visita nuestra página: https://elinfluyente.mx

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