Por La Mafia en el Poder
Un asunto que puso a parir chayotes, como dice el popular refrán mexicano, a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, fue la demanda para que la extinta Asamblea Constituyente defienda jurídicamente el bodrio de Constitución Política que hicieron.
Luego de entregar el documento constitucional, los cien constituyentes del DF que se unieron para trabajar cinco meses en esa tarea desaparecieron, como lo marca el decreto constitucional que dio origen a su formación.
Según el artículo 122, donde se enmarca la Reforma Política del DF, los constituyentes capitalinos existirían hasta que se promulgara la Constitución de la Ciudad de México, cosa que ocurrió el pasado 5 de febrero.
Ahí habría acabado su carrera, de no ser porque el texto constitucional es un bodrio que fue impugnado de inmediato incluso por quienes lo habían aprobado, como es el caso de los representantes de Morena.
La Corte se pronunció porque la defensa jurídica de la Constitución Política recayera en los diputados de la Asamblea Legislativa, que rechazaron la papa caliente y pidieron a los ministros que los ex constituyentes respondieran por su monstruito.
Ante lo insólito del caso, la SCJN analizó a profundidad la petición y luego de varios meses decidió que los desaparecidos constituyentes volvieran del más allá a defender su chamba.
Triste epílogo para un tema que sólo a los políticos y unos cuantos funcionarios interesa, porque la verdad a la población en general le vale para dos cosas.
Ofrece PRD su registro al mejor postor
Vaya, pues ahora resulta que la crisis de los perredistas, que tienen al sol azteca en plena caída rumbo a las elecciones del año entrante, los pone en una posición de bisagra que incluso hasta cómoda les puede resultar.
Al interior de ese partido hay ideas encontradas con respecto a los que se debe hacer en el futuro con la franquicia.
Para los más ilusos el PRD debe elegir democráticamente a su candidato y lanzarlo en busca de la Presidencia de la República el año entrante, y creen que con eso pueden dar pelea.
Otros ven la conveniencia aliarse con otras fuerzas políticas, aunque hay discrepancias en cuánto a qué partidos.
Los pragmáticos no descartarían ir juntos con el PAN, partido con el que ya han hecho mancuerna con cierto éxito, pues los votos amarillos serían el fiel de la balanza que le podría dar el triunfo a los azules.
Otros creen que la mejor alianza es con Morena, a pesar de que ahí serían los gatos de Andrés Manuel López Obrador. Prefieren eso a perder todo o a que los vayan a juzgar como políticos de derecha.
Pero para sorpresa de muchos, ayer salió la corriente de Los Galileos a ofrecer la franquicia del PRD al mejor postor, para formar un frente amplio opositor progresista en el 18.
Esta tribu dijo que en ese frente amplio tendrían que estar políticos, empresarios, intelectuales y representantes de la sociedad civil. O sea, casi casi describieron a un Cuarto Polo como el que empuja Cuauhtemoc Cárdenas.
Pues qué posición tan fácil, ¿no?
Los corruptos de El Peje
En la historia política de Andrés Manuel López Obrador se han registrado infinidad de actos de corrupción de sus cercanos, pero a pesar de ello jamás ha censurado esas acciones o calificado de corruptos s sus funcionarios.
Así pasó con René Bejarano y Federico Ponce Meléndez, que cuando trabajaban con él en el GDF fueron filmados extorsionando con miles de dólares al empresario Carlos Ahumada, a fin de que le dieran contratos de construcción.
Lo más que llego a decir de ellos es que si las autoridades encontraban algo ilícito, que se les aplicara la ley, pero que no había que hacer linchamientos ni juicios a la ligera.
Raro para alguien como él que con una facilidad asombrosa llama corruptos a los que se le antoja, incluso sin tener una sola prueba de sus dichos, que regularmente terminan siendo falsos.
Su costumbre de defender a los corruptos de casa sigue intacta, pues a pesar de que la diputada veracruzana Eva Cadena –filmada agarrando dinero para Morena- está en proceso de desafuero, El Peje no la ha llamado por su nombre: corrupta.
Tampoco lo ha hecho con su candidata al Estado de México, Delfina Gómez, quien siendo alcaldesa de Texcoco robó varios millones de pesos, incluso del sueldo de los trabajadores del ayuntamiento.
A pesar del cúmulo de pruebas documentales y testimoniales, López Obrador no sólo la sigue defendiendo, sino apoyándola a que pueda llegar al gobierno del Edomex, cuyo presupuesto le serviría –por supuesto- para financiar su campaña presidencial de 2018.
Si Cadena y Delfina fueran de otro partido, seguro El Peje ya las habría descalificado y ubicado como integrante de La Mafia del Poder; pero como son morenas…
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
