Por La Mafia en el Poder
Está bien que Juan Zepeda Hernández, ex candidato del PRD a la gubernatura del Estado de México, haya dado el campanazo para que partido no cayera hasta el cuarto lugar en esa entidad, peor de ahí que se sienta presidenciable hay un mundo de diferencia.
Cierto que es un cuate listo y hasta simpático, pero ¿con qué ojos mi divina tuerta quiere batirse en las grandes ligas?
No fue capaz, ya no digamos de ganar, sino de siquiera quedar cerca de las primeras posiciones en el Edomex, y de ahí quiere brincar a Los Pinos.
No es broma, el oriundo de Ciudad Neza declaró oficialmente en un programa de radio que buscará ser quien encabece el Frente Amplio Democrático en 2018, conformado por varios partidos, que buscarán quitarle al PRI la Presidencia de la República.
Pero eso sí, advirtió que de ninguna manera aceptaría ser el candidato si la alianza es solamente entre PAN y PRD.
Qué gracioso es Juanito, como si nadie supiera que es la carta que la tribu de ADN, que lo apadrina dentro del PRD, quieren jugar para encarecer sus fichas y lograr una mejor repartición a la hora que se cocine el pastel.
Creo que al buen Zepeda ya lo perdimos.
El hiperactivo Gaviño
Desde hace unas semanas uno de los funcionarios que acapara la agenda de medios en el gobierno de la Ciudad es Jorge Gaviño Ambriz, director del Sistema de Transporte Colectivo Metro.
Que si el boleto conmemorativo de esto, que si de aquello, que si el torneo de tal o cual cosa, que si la exposición.
Hasta los reporteros que lo cubren se sorprenden cuando ven sus agendas de trabajo y descubren que habrá oootra vez evento del Gaviño Ambriz. Oootra vez boleto conmemorativo.
Pero la fecha importante que está por conmemorarse en el Metro son los dos años de la rehabilitación de la Línea 12 del Metro.
En marzo de 2014 Miguel Ángel Mancera mandó cerrar 11 de 20 estaciones, luego de recibir información que le daba cuenta de la inminencia de un grave accidente.
Fue cuando los capitalinos comenzaron a escuchar y leer los conceptos de desgaste ondulatorio, durmientes, rieles, balasto, fijaciones, peralte en curvas, y fatiga de materiales.
Y Gaviño Ambriz fue una de las personas más informadas e involucradas en el tema sin ser funcionario, todavía, pues en esas fechas él encabezó como diputado de la Asamblea Legislativa, la comisión especial de investigación a la Línea 12 del Metro.
Ahora, como director del Metro, le toca estar del otro lado de la barra, y él sabe que no es lo mismo servir, que servirse.
Porque cuando Systra, la empresa que contrató el gobierno para identificar, evaluar y dictaminar las fallas en la Línea 12, dijo que había que intervenir toda la línea, completita en sus 20 estaciones, pero había que empezar por al tramo elevado.
Ahí prácticamente rehicieron lo que los técnicos llaman el sistema de vía, que incluye balasto, rieles, durmientes y fijaciones.
No era tan grave
Y lo mismo tenían que hacer en el túnel, de hecho, pocos saben que la propuesta era cerrar el tramo subterráneo luego de terminar de rehabilitar el elevado, sin embargo, Mancera lo descartó por completo por el costo político que tendría que asumir.
Ahora, cosas de la vida, a Gaviño le tocó rehabilitar lo que estuvo investigando, y descubrió que el daño no era tan grave en el túnel, tan es así que sólo mando cambiar los rieles, nada de durmientes, balasto, ni fijaciones.
Dijo que porque las vibraciones en el viaducto elevado, al ser una estructura suspendida, eran mayores y ocasionaban mayores perjuicios, que hasta debieron apuntalarla para que no se moviera tanto.
Pues parece que el informe que le dieron le arrancaron hojas o tiene memoria selectiva, porque el apuntalamiento que dice, lo hicieron porque la estructura se “sintió” cuando hacían la rehabilitación y no soportó el peso de transportar, por las prisas, hasta cuatro pisos de rieles y durmientes defectuosos.
Pero lo que sí se siente en las oficinas del Metro, es que Gaviño se anda promocionando para dar el salto a más tardar a finales del año, y todo lo que le sirva para placearse lo aprovechará, así sea otro boleto conmemorativo.
*El Irreverente publica de lunes a viernes.
